Historia de una guerrilla vigente
Kau Sirenio
A
casi cuatro décadas del enfrentamiento entre la columna guerrillea de Lucio Cabañas
Barrientos y Ejército Mexicano en El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana,
donde cayó abatido el maestro normalista, nada ha cambiado para bien. Al
contrario, la persecución y represión en contra de las organizaciones sociales en
Guerrero se ha recrudecido en este lapso, es especial en el actual periodo de
gobierno que encabeza el expriista Ángel Aguirre Rivero.
El
lunes 2 de diciembre se cumplen 39 años de la muerte del comandante guerrillero
de la comunidad de San Martín de las Flores, municipio de Atoyac, que en los
años setenta se levantó en armas en contra del gobierno. Como cada año,
organizaciones sociales y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa conmemorarán el
aniversario luctuoso.
En
su libro Lucio Cabañas / el guerrillero
sin esperanza, Luis Suárez cita que tras la muerte del guerrillero la Secretaría de la
Defensa Nacional emitió un comunicado en el que explicó: “Alrededor de las 9 de
ese día, en la región El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, a unos 20 Kms.
(sic), al NO de esta última población, fuerzas militares tuvieron un encuentro
con el grupo delictivo del secuestrador y asaltante Lucio Cabañas Barrientos,
en el que éste resultó muerto en compañía de otros 10 maleantes que los
acompañaban”.
Hijo
de Rafaela Barrientos y Cesáreo Cabañas Iturio, Lucio nació el 15 de diciembre
de 1936, estudió la primaria en El Cayaco, municipio de Coyuca de Benítez; de
ahí continúa la secundaria y el bachillerato en la escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
A
la edad de 23 años es electo secretario general de Comité Estudiantil Ricardo Flores Magón de la Normal de Ayotzinapa. Al surgir el movimiento
estudiantil universitario que luchaba por la autonomía de la Universidad (antes
Colegio del Estado), Lucio consultó a la base estudiantil si había condición
para apoyar a los universitarios. La asamblea de ese día determinó que
Ayotzinapa se incorporara a la protesta, que a la postre derrocó a Raúl
Caballero Aburto de la gubernatura.
Un
año después, la reunión de base lo eligió secretario general de la Federación
de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM). Ya como dirigente de esta organización estudiantil
que aglutinaba a las normales rurales de todo el país, dejó un año sus estudios
para abocarse a resolver el conflicto interno de la separación de algunas
normales, como El Mexe, Hidalgo.
Al
regresar a Ayotzinapa, Lucio recibe al dirigente de Asociación Cívica Guerrerense
(ACG), Genaro Vázquez Rojas, con quien tuvo cercanía durante el movimiento
popular de 1960.
Al
egresar de la Normal, el atoyaquense recibe la plaza de maestro de primaria,
para atender a la localidad de Mexcaltepec, parte alta de Atoyac. Ahí encabeza
su primera protesta a lado de los ejidatarios contra Silvicultora Industrial S. de R.
L., por la tala inmoderada de los bosques
que a la comunidad no le dejaba ningún beneficio.
Esta
acción del normalista hizo que los madereros presionaran al gobierno estatal, a
raíz de la cual Cabañas fue transferido a la escuela primaria Modesto Alarcón, Atoyac. Sin embargo,
Lucio
no se retira del movimiento agrario, al contrario, funda la Delegación de la
Central Campesina Independiente en esa región.
Así
inicia su trabajo con los pueblos, bajo la premisa de “Ser pueblo, hacer pueblo
y estar con el pueblo”.
***
La
lucha política de Lucio en Guerrero se fortalece cuando se une al líder de ACG,
Genaro Vázquez Rojas, y al dirigente de Movimiento Revolucionario del Magisterio
(MRM), Othón Salazar, para luchar en contra del entonces gobernador Raúl
Caballero Aburto.
Sin
dejar de lado el movimiento en Guerrero, Lucio Cabañas amplía su campo de
acción y se incorpora al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y al Partido
Comunista (PC). Desde ahí asesora y organiza la protesta campesina.
En
su texto, Luis Suárez consigna que el maestro rural decía a la gente: “…que
había maestros del pueblo que estamos dispuestos a orientar, no sólo en la
educación, sino en su lucha como partes del pueblo; padres de familia, partes
del pueblo contra todo el régimen, contra el gobierno, contra la clase rica”.
En
la obra editada en 1976, el periodista dice que en 1965, por el activismo político
de Lucio, el gobernador Raymundo Abarca Alarcón lo transfiere a la escuela
rural de Tuitán, Durango, junto con Serafín Núñez. Las protestas de maestros de
MRM en Guerrero obligaron a Abarca Alarcón a gestionar ante el secretario de Educación
Pública, Agustín Yáñez, el regreso de Cabañas a su centro de trabajo, la
escuela primaria Modesto Alarcón.
Al
retornar a Guerrero, Lucio Cabañas retoma la lucha que enarbolaba antes de ser
expulsado, y centra sus acciones en contra de los abusos de los talamontes,
terratenientes, autoridades municipales y estatales, así como directores de
escuelas que abusan de su puesto.
***
El
18 de mayo de 1967, a las 8:00 de la mañana, los maestros de la escuela primaria
Juan N. Álvarez se presentaron a laborar como de costumbre. Sin embargo en
las inmediaciones del edifico escolar ya había un grupo de padres de familia
que impedían el paso, la judicial y la motorizada respaldando a la directora de
la escuela Julia Paco Piza.
Ante
la presencia de agentes policiacos, la gente se enardeció al grado de impedir
que los judiciales y motorizados ingresaran a la escuela. Cuando estaba el
forcejeo llegó Lucio para asesorar a los padres de familia inconformes, tomando
un micrófono para dar indicaciones; en ese instante el comandante de la
motorizada intentó arrebatarle el micrófono a balazos. Entre la confusión de
los padres de familia y maestros que apoyaban a Julia Paco Piza, se soltó la
balacera dejando un saldo de 11 muertos. Como los agentes policiacos intentaban
culpar a Cabañas por los acontecimientos, éste se refugia en la sierra para
defenderse de la persecución gobiernista.
Así
empieza su lucha, que duró siete años en la sierra, entre los matorrales y la
balacera del Ejército que a su paso quemaba pueblos enteros para quitarle base
social al maestro normalista, refiere Laura Castellanos en su libro México armado.
Ese
día por la tarde, Lucio llega al ejido de San Martín y desde ahí organiza la
lucha armada.
En
una parte del libro donde Luis Suárez le da voz a Lucio, el guerrillero planteaba
que no hacía que hubiera o no condiciones para hacer la revolución, que “cuando
matan al pueblo, hay que matar enemigos del pueblo. Y de ahí parte la
revolución, de ahí parte toda revolución”.
La
rebelión en la sierra de Atoyac y Tecpan de Galeana se da desde lucha ideológica,
así como la transformación de las condiciones de vida, opresión y miseria de
los campesinos. “...lo que sí es cierto, es que con una matanza nos decidimos a
no esperar otra. Y hemos dicho aquí: para que un movimiento armado empiece,
necesita varias condiciones: que haya pobreza, que haya orientación
revolucionaria, que haya un mal gobierno, que haya un maltrato directo de los
funcionarios. Todas esas cosas se pueden aguantar, pero lo que no se aguanta es
que se haga una matanza, eso sí no se puede aguantar...La forma de nuestra
lucha, es la guerra de guerrillas, nuestra manera de enfrentar a los caciques será
venadeándolos, cayéndoles de repente; también para los guachos, los tiras, los
traidores. Nunca presentarnos en combate frontal”.
De
acuerdo con datos periodísticos, al siguiente día funda en la sierra la Brigada
Campesina de Ajusticiamiento, brazo armado de Partido de los Pobres. En las
faldas del cerro La Patacua, zona de El Porvenir, en Atoyac de Álvarez, se insta la
base de la Brigada.
Desde
ahí organiza el campamento y prepara el primer ataque a un cuartel de 49
Batallón de Infantería.
La
primera célula de la Brigada la integran 13 milicianos, unos fijos otros transitorios.
La táctica de la guerrilla hace que unos duren dos meses en la sierra, luego
regresen a su lugar de origen. El dinero para su movimiento lo obtienen
mediante secuestros y robos a oficinas gubernamentales.
El
siguiente paso de Cabañas es la constitución de comité de autodefensa. Esto lo
obliga a recorrer toda la sierra para coordinar con los ejidos y comunidades de
campesinos, logrando así conformar varios “Comités de Lucha”.
Suárez,
quien fue jefe de redacción de la revista Siempre, registra: “Dos años después
de que Lucio subió a la sierra, la Brigada ajusticia al Ing. Fierro en el
arroyo Las Parotas, por participación en la masacre del 18 de mayo de 1967; En
diciembre del mismo año, atacan a la policía judicial entre Atoyac y el Rincón de las Parotas, en esta emboscada hay dos bajas de la policía judicial. Semana
después asaltan el Puente del Rey, apoderándose de 23 mil pesos.
“En
1970 secuestran al ganadero, Juan Gallardo, de San Jerónimo, en su rancho
ubicado en la carretera Atoyac-Acapulco. Al año siguiente, el 29 de junio, con
16 miembros de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento emboscan a militares,
pero varios de los milicianos mueren en el combate. Al día siguiente, en otra celada
caen 16 soldados y varios oficiales. En junio de 1972, secuestran a Cuauhtémoc
García Terán, en lugar de su hermano Ulises.
“El
30 de mayo de 1974, la Brigada logra secuestrar a Rubén Figueroa Figueroa,
candidato a gobernador de Guerrero por el Partido Revolucionario Institucional
(PRI). Mientras mantenía en cautiverio al empresario de transporte, el ejército
mexicano dirigido por el general Eliseo Jiménez Ruiz desata la campaña militar
A ras de tierra para aislar las comunidades de los guerrilleros; el 8 de septiembre,
en un enfrentamiento sangriento, Figueroa es liberado y el saldo es de 23 rebeldes
muertos y un soldado herido.
“Los
operativos contrainsurgentes no terminan ahí, al contrario, la persecución se
intensifica hasta dar muerte a Cabañas. El 30 de noviembre otros 17 rebeldes
caen abatidos, la muerte del comandante cada día está más cerca, el 2 de
diciembre, el general Cuenca Díaz, secretario de la Defensa Nacional, informa
que en Otatal, Guerrero, varios grupos militares se enfrentaron con los
rebeldes, resultando muertos Lucio y los alzados “Roberto”, “Arturo” y “René”,
en tanto que el ejército sufrió dos bajas. Fue sepultado en el panteón
municipal de Atoyac de Álvarez por los militares de manera clandestina”.
Los
restos mortales del guerrillero fueron exhumados en 2003, del panteón municipal
de Atoyac —donde fue enterrado en secreto el 3 de diciembre de 1974 por
soldados de 49 Batallón de Infantería pertenecientes a la 27 Zona Militar— para
depositarlos al pie del obelisco que se le construyó en el zócalo de Atoyac,
último sitio donde estuvo públicamente Lucio Cabañas tras la matanza de padres
de familia del 18 de mayo de 1967.