martes, 4 de octubre de 2011

“Vivimos bajo amenaza del narco y del Ejército”

Kau Sirenio                                                                       Oct. 4/11


“Donde están los pinches heridos hijo de puta. –Dijo el policía  mientras me tenía encañonado. Ese día a unos metros de mi colonia hubo una balacera, 2 muertos y 4 heridos. Fue un martes 23 de agosto a las 6:30 de la tarde”. Narra el médico que pide no revelar su nombre.
 “Eran cuatro  uniformados –recuerda– y un civil ya de edad algo avanzada 55 o 60 años, efectivos de la PFP, con el rostro descubierto, y armados hasta los dientes. El civil desarmado parecía como un MP o algo parecido. Dos uniformados me interrogaron, entraron a mi consultorio a revisar. Luego revisaron la casa vecina por si no se habían saltado o algo así, revisaron el piso de arriba que ocupo como mi casa. 
Estas son historias que se repiten en las colonias populares de Acapulco, donde los médicos  enfrentan la violencia bajo dos fuegos. Por un lado la delincuencia organizada, que los amenaza, y por el otro, las fuerzas de seguridad del Estado, que los acusa de estar coludido con el narcotráfico.  
Desde 27 de enero de 2006, después del enfrentamiento a balazo entre policías municipales y un comando, en la colonia La Garita, las actividades de los médicos ya no fueron las mismas. En las colonias populares de Acapulco, varios cerraron sus consultorios al verse amenazados.
En Tierra Caliente y Costa Grande, han empezado a denunciar que  son hostigados, tanto por el Ejército,  la Marina y por el crimen organizados. Aseguran que las amenazas son todos los días. Que el temor siempre llega después de una balacera.
En julio de 2010 la única clínica de Tierra Caliente que se anunciaba en el periódico, ya no lo hace. La publicidad ha desparecido. Los médicos dejaron de trabajar ahí. El caso de esta clínica no es la única, también lo hicieron otro 10 hospitales privados, optaron por dejar de dar servicio a la población, así como en nueve municipios. 
Después que el sanatorio Ángeles, cerró sus puertas,  los especialistas que ahí trabajaban encabezados por el pediatra René Gómez Molina, iniciaron el éxodo de profesionales de la salud que han abandonado la zona debido al clima de violencia que desde principio de este año se ha recrudecido.
“Vía telefónica han sido amenazados varios compañeros, sobre todo en Tierra Caliente, donde ocho médicos especialistas, prefirieron renunciar a su trabajo, otros cuatro cambiaron de adscripción. En zona centro son seis, y otros más a la región de la Montaña”, detalló un médico que también se reservó su identidad.
También en Tierra Caliente,  fue interceptado un ginecólogo, por personas armadas, “lo que le pasó al compañero allá es muy lamentable; también en Acapulco se han dado amenazas generalizadas, son los únicos casos de los que tenemos conocimiento”.